¿Puedes decirle a un hombre que vive en la calle, en el barrio más pobre de la ciudad, que no posee ni zapatos ni una cobija y que tiene una enfermedad terminal, que "Dios tiene un plan maravilloso para su vida"?
¿Puedes? ¿Sí?
No, no puedes.
Entonces atiende por favor: cuando prediques el evangelio, predícalo correctamente. Habla de quién es Dios y de que es justo y santo. Habla de su ley, la cual hemos desobedecido todos. Habla de la condición desesperada del hombre y de la condenación eterna que le espera en el infierno. Habla del amor de Dios y de la provisión que hizo para reconciliar al hombre con Él. Habla de quién es Jesús y de su muerte en la cruz y el derramamiento de su sangre. Habla de su resurrección. Habla del arrepentimiento que Dios ordena a todos y de la salvación sólo por fe sin obras, sólo por gracia.
Ese mensaje lo puedes entregar al hombre que te mencioné al principio y se lo puedes dar al hombre más rico y al más sano del mundo.
Prédica a Cristo y a este, crucificado.
¿Necesitas ayuda para saber cómo comenzar? Un buen lugar podría ser el Taller de Evangelismo Bíblico Personal que publicamos aquí hace algún tiempo; te invitamos a que estudies la presentación. Es nuestra oración que sea de bendición para tu vida.
Puedes descargar la presentación dando clic aquí.
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